R – insurgente

El día sábado 14 de marzo el Ministro de Salud del gobierno de la Sra. Añez señaló que la declaración de cuarentena realizada por las autoridades orureñas es inconsulta y que está generando “confusión, pánico y desesperanza …” además de “especulación de precios y agio de productos en los mercados”

Por otra parte debemos recordar que, en días pasados, el Ministro de Educación, Sr. Víctor Hugo Cárdenas, manifestó que: “… no existen motivos para suspender las clases, ya que sería contraproducente y crearía pánico”. Ese criterio surge en Cárdenas ante la determinación tomada por el Director Departamental de Educación de Oruro, Lic. Eduardo García de suspender las labores educativas en los subsistemas de educación. Además, el nombrado ministro, agregó que la intención política era de “crear conflictos al gobierno”. Sin embargo, un poco más de 24 horas después, la presidenta determina la suspensión de labores escolares en todo el país y Cárdenas está detrás de la mandataria aplaudiendo.    

Analizando esas dos posiciones de los ministros golpistas, es obligatorio recordar que si se declara cuarentena en el ciudad de Oruro, es fruto de la lectura de la realidad dentro de un acto de preservación de la salud ante la presencia de un virus que  está trayendo mucho dolor y luto en el mundo. Ambos ministros olvidan que la Organización Mundial de la Salud  (OMS)  declaró al coronavirus como una pandemia que se está propagando en varios países de más de tres regiones.

Una pandemia, ante la cual si un país no está preparado, lógicamente, traerá como consecuencia pánico en todo nivel y peor si existe contradicción entre lo que dice el gobierno y la realidad de la población. Por ejemplo podemos indicar que mientras el gobierno declara que estamos preparados para recibir al coronavirus, los médicos que fueron contratados en los últimos cuatro meses se paran en las puertas de los hospitales bloqueando con sendos carteles y a gritos señalando que no permitirán el ingreso de enfermos con ese virus.

También se debe aclarar que el pánico se origina cuando se escucha las declaraciones del director del Hospital del Norte alertando a la ciudadanía sobre “la ausencia de una ruta crítica para atender los casos de coronavirus”; además,  que su comentario señala que “esa situación es general en todo el país”. Sobre esa declaración el famoso golpista Dr. Larrea señala “Actualmente creo que no hay condiciones para atender casos de coronavirus en el país”, y que “se necesitan mínimamente 200 camas y equipamiento”

La población ve con buenos ojos y aprueba la determinación de las autoridades de Oruro de declarar la cuarentena en la ciudad por ser una medida preventiva.

Por otra parte tenemos la obligación de explicar que, en etapas coyunturales como esta, siempre va existir procesos de especulación de precios en productos que preservan la salud como ser al caso del alcohol en gel, barbijos, vitamina c, etc. La causa principal para esta situación se encuentra en los responsables de la distribución de estos materiales, es decir que quienes especulan son las empresas privadas con el visto bueno del actual gobierno que se ocupa de desahuciar a las instituciones estatales. Prepararse para recibir una pandemia es evitar la especulación, es evitar que se afecte la economía de la población para lo cual se tendría que establecer centros de expendio de las instituciones públicas que se encarguen de su venta a precio real. Pero eso no podrá ocurrir mientras los funcionarios públicos están desesperados de obtener mayores ingresos económicos a cualquier precio, como el de estafar a los jubilados y no cancelarles sus rentas.

Como conclusión, podemos señalar, pareciera que los únicos que tienen derecho a anunciar las medidas preventivas son las autoridades del gobierno central, y como una máxima condescendencia se puede permitir a las autoridades locales el consultarles sobre los pasos a seguir, negando de este modo la Autonomía departamental. Arbitrariamente, quienes tienen el derecho de hacerlas públicas son solo la presidenta de facto y sus ministros para lo que cuentan con todos los medios de comunicación. Basta ver o escuchar las medidas asumidas por la presidente de facto,  que las presenta tardíamente, luego de que las autoridades de los municipios o departamentos ya las han asumido. Lógicamente esa situación solo se explica a través del afán proselitista con miras a las próximas elecciones en los que desean legitimar el golpe de Estado de la derecha.