LA POLÍTICA DE SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES, MÁS ALLÁ DE LA VISIÓN CEPALINA

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La política de sustitución de mercancías importadas portadoras de un relativamente alto valor dado su grado de transformación y contenido tecnológico, por producción nacional con similar grado de transformación, exige un desarrollo gravitante del sector industrial así como de su interrelación con los sectores primario (generador de materias primas) y terciario (de servicios financieros, transporte, comercio, administración pública, entre otros subsectores de esta rama), articulándolos sistémica e integralmente entre sí al interior de la economía nacional.

Esa política en procura de la industrialización interna ya fue implementada en los años 50s-60s del siglo pasado en la mayoría de los países de la región categorizados como “subdesarrollados” o en “vías de desarrollo”, por las instituciones internacionales del sistema-mundo capitalista y por sus ideólogos, políticos y gobernantes al compararlos e interrelacionarlos con los países “desarrollados”.

La industrialización procesual del aparato productivo nacional cobra sentido aún hoy, si son los Estados quienes la materializan directa e indirectamente a través de políticas de inducción social para el efecto. En ese entonces, la ecuación sugerida era alcanzar el desarrollo para romper la dependencia; luego, la historia se encargaría de invertirla.

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Por Humberto S. Zambrana C.

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