TORCIDA DISTRIBUCIÓN DE TIERRAS FISCALES

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Santa Cruz nuevamente está convulsionada, esta vez por la distribución gratuita de tierras fiscales. Los grandes terratenientes exigen, a través del Comité Cívico y la Gobernación que controlan, que la repartición y administración de las tierras fiscales sean de su exclusiva competencia, para mantener sus privilegios y seguir lucrando a costa de éllas; mientras del otro lado están los pueblos indígenas, campesinos sin tierra, originarios de tierras altas, peones de los hacendados, interculturales, mujeres indígenas y otros que piden la dotación de tierras para tener una fuente de trabajo y vida. Estos últimos, conforme manda la Constitución, se amparan en que todas las tierras fiscales pertenecen al Estado, al poder central y que, consiguientemente, quién les debe dotar de tierras es el Estado, bajo principios de igualdad y equidad.

PAPELES EN MANO

El Director del INRA, Eulogio Nuñez, papeles en mano demostró que el gobierno de facto de la Sra. Añez, en menos de un año, entregó GRATUITAMENTE 760.750 hectareas de terrenos fiscales a ricos terratenientes y politiqueros del oriente del país, que representa más del 70% de tierras tituladas por el INRA, en visible agradecimiento por haberla hecho Presidente. Por ejemplo, su Ministro de Economía, un tal Marinkovic, se hizo adjudicar 27.046.000 hectáreas, además de las que ya recibió en el pasado, terrenos que por su enorme extensión en cualquier país del mundo serían toda una provincia, . La abusiva distribución benefició a 46 “empresarios”, mientras que a los comunarios de origen el INRA, en la gestión de la Sra. Añez, sólo les entregó 13.407 hectáreas o sea menos del 1% de dichas tierras tituladas.

Estas entregas gratuitas de terrenos fiscales son el origen de las grandes fortunas, de los nuevos millonarios que después, en defensa de sus privilegios, ponen y sacan a presidentes, alientan golpes de Estado y atentan contra la democracia. Éstos mercaderes de la política, una vez titularizada su propiedad, la venden en pedazos a empresas extranjeras, a menonitas o particulares obteniendo enormes fortunas y privilegios políticos y empresariales.

Lo injusto e inaudito es que esta élite de nuevos ricos se opone a sangre y fuego, desde siempre, a que el Estado distribuya tierras a personas y comunidades del pueblo; campesinos, originarios, inmigrantes de zonas altas del país, nativos del lugar y otros, como si el Estado, que casi siempre estuvo en sus manos, sólo debería beneficiar a las clases altas; a inmigrantes europeos, a militares y mercaderes de la política, en desmedro de los dueños originarios del territorio nacional.

TIERRA PARA INDÍGENAS

El INRA se alista a dotar de tierras fiscales a gente que pide 10 y a lo mucho 20 hectáreas, para trabajar y vivir honradamente cultivando la tierra en beneficio de la economía nacional, ya que las cosechas que se obtengan de dichos terrenos garantizarán el consumo interno.Pero, aquellos ricos “empresarios” que recibieron 20.000, 30.000, 50.000, 100.000 hectáreas o más, se oponen a dicha distribución, anuncian movilizaciones, bloquean, queman pastizales y ejercen todo tipo de presiones, para evitar que el pueblo, el autentico pueblo nuestro tenga acceso a la tierra boliviana.

No se puede convulsionar de nuevo al país por intereses mezquinos de unas cuantas familias que creen tener exclusividad en la dotación de tierras fiscales, en detrimento y perjuicio de una mayoría nacional. Los indígenas y originarios del país, así como los campesinos y agricultores medianos, tienen tanto derecho como ellos, a recibir siquiera unas parcelas de terreno para trabajar dignamente la tierra y elevar la producción agropecuaria.

700.000 HECTÁREAS PARA 46 FAMILIAS

El pasado 13 de julio el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzáles, denunció que durante el gobierno de la Sra. Jeannine Añez, fueron “tituladas con IRREGULARIDADES más de un millón de hectáreas y la mayoría, unas 700.000 hectáreas, en favor de unos 46 empresarios de Santa Cruz…”

Por su parte el Director Ejecutivo Nacional del INRA, Eulogio Nuñez, denunció que “el gobierno de facto paralizó más de 7 mil trámites de titulación de predios y, sin embargo, priorizó la emisión de resoluciones para otorgar el derecho de propiedad de terrenos por encima de las 5 mil hectáreas, que es contrario a lo establecido en la Constitución Política del Estado…” Ambas declaraciones, de las autoridades mencionadas, constan en el informe oficial que publicamos.

GOBERNACIÓN DE SANTA CRUZ

Según la publicación adjunta el autor principal de la convulsión social, para mantener privilegios en la distribución de las tierras fiscales, es el actual gobernador de Santa Cruz, quien lejos de dedicarse a sus específicas funciones, lucha por exclusivismos odiosos. La publicación, señala: “El 8 de julio, la reunión de la Comisión Agraria DEPARTAMENTAL (CAD) de la gobernación de Santa Cruz, convocada por el gobernador Luís Fernando Camacho… determino asumir acciones para la defensa de la tierra, pese a que el INRA, como entidad suprema en el tema de tierras, NO estaba presente en dicho encuentro…”

FAMILIAS PRIVILEGIADAS

Lo único cierto, según las autoridades mencionadas, es que durante el corto gobierno de la Sra. Añez, 46 FAMILIAS de ricos empresarios del oriente recibieron GRATUITAMENTE 760.750 hectáreas de terrenos fiscales, un obsequio verdaderamente millonario e inimaginable en otros países. Éstos de haber continuado la Sra. Añez en el poder, tenían asegurados sus privilegios por varias generaciones. Pero, ocurrió que el pueblo unido, los derrotó con el 55% de votos en las elecciones y eligió libre y democráticamente a un Presidente que tiene otra visión del Estado, de su administración del pueblo.

DE RODILLAS Y BIBLIA EN MANO

El mes de octubre de 2020, una semana antes de la posesión del nuevo Presidente elegido, ocurrió algo verdaderamente insólito en Bolivia. Un grupo de señoras de la alta sociedad cruceña, todas ellas vestidas de blanco, con la biblia en las manos y de rodillas frente al edificio de la VIII División de Ejército, con lamentos y gritos histéricos, clamaban por un GOLPE MILITAR, para que los militares salgan a las calles, tomen las riendas del poder y no permitan, bajo ninguna circunstancia, que el presidente electo sea posesionado. Algo similar no ocurrió antes en ninguna parte del planeta y posiblemente no ocurra nunca más. Que un grupo de personas pida de rodillas una DICTADURA MILITAR es algo verdaderamente extravagante, insólito y chocante. El sano juicio se niega aceptar acto tan irracional, que ha sido mostrado al mundo, para vergüenza de Bolivia, a través de canales televisivos internaciones.

¿Quiénes mancillaron con acto tan bestial la dignidad nacional? Las noticias que posteriormente se conocieron dieron cuenta que la mayoría de tales manifestantes, a la cabeza de la esposa del Ministro de Defensa de entonces, eran esposas, hijos y allegados de las 46 familias de la alta sociedad cruceña, beneficiadas con las 700.000 hectáreas dotadas GRATUITA e IMPUNEMENTE durante el gobierno de facto de la Sra. Añez. El temor de perder semejante hacienda malhabida las llevó a cometer el ridículo de arrodillarse, biblia en mano, clamando por un golpe militar.

El acceso a la tierra boliviana, su reparto y laboreo deben realizarse bajo principios de equidad, sin exclusivismos odiosos ni discriminadores. Esta osada misión, de dotar tierras fiscales con justicia, la cumplen hoy con dignidad, rectitud y valentía, funcionarios como Eulogio Nuñez, Director del INRA, que trabaja en las fauces del mismísimo lobo, arriesgando día a día su vida, por dotar de un palmo de terreno a campesinos, indígenas, jornaleros, peones y originarios pobres que tienen tanto o más derecho que los otros a la tierra boliviana.

Tomas Molina Céspedes 

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