Lo que está pasando con lo que fue el Ministerio de Culturas y Turismo es grave, pero es lo que tenía que ser, los golpistas lo tienen más claro, el Proceso de Cambio no logró dimensionar el papel de la cultura, o la revolución cultural que era un mandato de la Asamblea Constituyente, a pesar de la creación del Viceministerio de Descolonización y el Viceministerio de Interculturalidad así como las diferentes Unidades, despatrialcalización, lucha contra el racismo y toda forma de discriminación etc, lo que se vivía al interior del Ministerio estaba lejos de ser una revolución cultural, si bien es cierto, la Constitución del Estado Plurinacional daba un marco de acción, no se podía hacer una revolución cultural con los cimientos del viejo aparato estatal republicano, burocrático, con arribismo de clase (si no tenías título profesional era una limitantes para muchas funciones) un lugar donde contratar una tarima para un evento de cultura tenía más ítem que publicaciones de identidad y descolonización, la folclorización y lo indio eran solo adornos con buenas intenciones en muchos caso, avanzábamos en la descolonización como horizonte pero retrocedíamos en la práctica.

Añez y su entorno entienden que si entraron con la Biblia al palacio no era solamente simbólico, era para demostrar que como raza blanca o pensamiento occidental eran superiores y tenían que destruir todo lo indio, al indio ya lo habían sacado del poder obligándole a refugiarse en el Chapare y luego en México, luego siguieron pisoteando y quemando la Wiphala en el mismo lugar donde fueron ahorcadas y descuartizadas Bartolina Sisa y Gregoria Apaza, la misma plaza donde Gualberto Villarroel fue colgado de un faro, el tata Willca como era llamado por los indios, luego esos mismos días del golpe siguieron las masacres en Senkata y Sacaba. Siempre el indio, hoy indios son los perseguidos, indios son los encarcelados, indios son los muertos y heridos, es un dato importante que deben tener muy presente el binomio Arce – Choquehuanca y el Movimiento al Socialismo. No están luchando contra simples golpistas ávidos de poder, no son simples peones del imperio o matones reclutados en las Fuerzas Armadas y la Policía. El Proceso de Cambio con todas sus limitantes había tocado la fibra más íntima de la civilización occidental, al capitalismo donde su forma de vida individualista, depredadora y de lucro infinito estaba en cuestionamiento, así como en la guerra federal los liberales con Pando después de lograr sus objetivos se prepararon para una nueva guerra a decir de Pando «una guerra de razas», es decir la guerra contra el indio y así lo han entendido los golpistas hoy.

Pero cuál es el pecado del gobierno Indio, es que en medio de los andes un pueblo estaba demostrando que otro mundo era posible, que se podía vivir sin el embajador norteamericano, que se podía vivir sin el Fondo Monetario Internacional, que se podía tener un Estado laico y que el horizonte del buen vivir y el Estado Plurinacional era posible desde el indio para todos los bolivianos, el buen vivir como horizonte civilizatorio recorría al mundo de la mano de un Presidente Indio. Hoy no se trata del despido de un número determinado de servidores públicos, ni de hacerse de presupuesto de culturas, se trata de las dos Bolivias; la del Cholaje Blanco mestizo y del indio como sujeto político. Es al indio al que hay que destruir, lo demás se puede negociar, la clase media se arrimara al más fuerte, la recuperación y refundación del Estado Plurinacional es la estrategia del presente, no bastarán las elecciones, hay que recuperar el papel protagónico de las organizaciónes indigena originaria campesinas, los gremiales, la juventud peri urbana. Es disputa ideológica y electoral, es poder dual recuperar el Estado y las organizaciones de lo que fue el Pacto de Unidad.

GUERREROS DEL ARCOIRIS
Luis Vega Gonzales