LA PERVIVENCIA DE EE.UU ESTÁ EN RIESGO.

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Operaciones psicológicas (OPSIC), la guerra total norteamericana, sus objetivos y las posibles consecuencias de sus errores.

Las operaciones psicológicas, (OPSIC) son un factor fundamental cuando se trata de conquistar un objetivo político o militar destrozando primero la moral del enemigo y las convicciones de un pueblo. Dentro esa lógica guerrera, para bajar la moral del enemigo los poderosos usan varios instrumentos: la mentira, el desprestigio de los líderes contrarios, las acciones de bandera falsa, el sabotaje, el terrorismo y en estos tiempos de guerra de cuarta generación -donde el objetivo es domesticar la mente de la población-, las fakenews o medias mentiras/medias verdades que desorientan, prejuician y producen realidades virtuales, sumándose a las anteriores técnicas para destruir la moral del enemigo.

El crear sensaciones térmicas en base al permanente engaño, es justamente lo que hace el inquilino temporal de la Casa Blanca, Donald Trump. Cada una de sus declaraciones hay q leerlas en doble tesitura. Y desde esa lectura, descifrar sus fortalezas y debilidades discursivas.

No quepa duda que Estados Unidos tiene el mayor complejo industrial/militar del planeta. Pero también la industria de la guerra, como toda industria se mueve con dinero.  Y hoy, la economía norteamericana esta tambaleando como efecto de la pandemia mundial, pero también de sus errores estratégicos de relación económica, con su principal poseedor de bonos de su deuda interna: la República Popular China. Situación que se agrava para los EEUU cuando, como efecto de la caída de las bolsas, los chinos terminan adquiriendo a precio de gallina muerta las acciones de industriales occidentales en el sector industrial chino. Dicho de otra manera, China tiene el control de sus empresas al haber despojado por la vía del mercado, la inversión norteamericana y europea en su territorio. El Estado, venció al mercado en la RPChina.

Por eso, Weichaupu, la Cancillería China, mediante su vocera, ha sido enfática en señalar que China se cansó de escuchar las bravatas y amenazas de Trump, anunciando que iniciará un cerco comercial sobre EEUU al subir los aranceles a 129 productos norteamericanos. Los productos norteamericanos dejan de ser competitivos en el mercado mundial.

En esas condiciones absolutamente negativas, Trump erróneamente inicia el mayor cerco naval de la historia contra un país sudamericano, Venezuela para supuestamente reponer la democracia liberal y luchar efectivamente contra el narcotráfico, aunque en su agenda oculta el objetivo son el petróleo, el oro y las tierras raras venezolanas, materia prima fundamental para seguir desarrollando su nanotecnología que obviamente está íntimamente relacionada  con su complejo industrial militar.

Si otros países como Rusia se atreviese a cercar como China la economía norteamericana, usando sus propias reglas de juego, el imperio llegaría a su fin en muy corto tiempo. Y por supuesto, evitaría situaciones tan complejas como una invasión a Venezuela, que seguramente produciría un nuevo Vietnam, pero esta vez creado por los errores geopolíticos y económicos de la hasta hoy primera potencia mundial.

Estados Unidos necesita el petróleo y las materias primas estratégicas que no posee. Trump puede echar por la borda, la futura posibilidad de comercializar con América Latina estos recursos, sin presiones ni condiciones, como cualquier mercado exige en la relación entre compradores y vendedores, lejos de actitudes imperialistas. En las condiciones actuales, la pervivencia de la Unión está en riesgo. Trump es el responsable del futuro norteamericano.

La Paz, 9 de abril de 2020

COLECTIVO REVOLUCIONARIO PLURINACIONAL

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