INDIANISMO E INDIGENISMO

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IVAN – INSURGENTES

El colonialismo a lo largo de nuestra historia ha impuesto una cultura de exclusión, racismo, discriminación, explotación, corrupción, egoísmo, una “cultura de infelicidad” (J.C.Rocha) no sólo en Bolivia sino en Latinoamérica. Hoy en día aún persiste ese pensamiento colonial en nuestras conductas, está impregnada como un virus en todas partes de nuestras culturas. La conciencia de un individuo o grupo social debe de identificarse con su identidad, ya sea por haber nacido de ese linaje o por sentir lazos de pertenencia con dicha nación.

No vivimos en un tiempo cualquiera, son tiempos decisorios, son tiempos de PACHAKUTI. PACHA; mundo KUTI; cambio, revuelco, revolución (F. Cárdenas). El asumir vientos de cambio no es sólo cometer el error de asumir al indio como simple símbolo de exaltación y recuperación de los valores del Tawantinsuyu y su reivindicación que solo adormece el deseo libertario del Indio, como sujeto histórico y político.

Frente al fracaso de una forma de país se impone la necesidad de refundar Bolivia. Y se lo hizo?, sí se lo hizo, con la Nueva Constitución Política del Estado se enmarco diversos logros y avances en pro de los más humildes, pero éste sujeto histórico se queda corto al no asumir como tal, dicho liderazgo o faltarle profesionalismo para asumir el mismo.

Entonces el Indigenismo no asume al indio busca de forma consciente o inconsciente la integración del indio en el movimiento político sea éste de derecha o izquierda (F. Reynaga) unos y otros en sus programas de acción política, no se preocupaban por la liberación del indio, ni se proponían asimilarlo. El indigenismo era una simple corriente reivindicativa.

El indigenismo, lejos de defender lo indígena, se refiere a toda una construcción antropológica que busca la aculturación con la intención de asimilar lo indígena a la lógica moderna del progreso y el desarrollo de la nación (S. de Castro Sanchez), por tanto folklorizando el tema de la religión, el simbolismo de todo lo que significa el pertenecer a las naciones originarias, no dando el lugar verdadero a los saberes y conocimientos de nuestros pueblos.

El indianismo, por otra parte, es una fuerza política de liberación. Es más. El indigenismo fue un movimiento del cholaje blanco-mestizo (F. Reinaga); en tanto que el indianismo es un movimiento indio, un movimiento indio revolucionario, que no desea asimilarse a nadie; se propone, liberarse por el propio orgullo de pertenecer e identificarse con nuestros pueblos originarios (F. Reynaga).

En el área rural aún se vive con la vergüenza de autodeterminarse, se buscan otros sinónimos traídos desde épocas de la colonia y la república, se disfraza tras terminologías de autóctono, nativo, aborigen, mestizo, citadino, sin tomar una conducta auto – asumida desde nuestras identidades, incluso con condiciones a ser asumidas por el apoyo de ONG’s, pero éste es una tema más amplio a desglosarse en otro estudio.

El sustantivo indio significa: una raza, un pueblo, una Nación, una civilización y una cultura. El indio que en el antisociológico proceso de integración al cholaje se agarra con uñas y dientes de otras terminologías comete un error al querer hacer olvidar al indio su martirologio penta centenario, lo disfrazan bajo el nombre de «campesino» (revolución de 1952, mismo que pretendió ser un proyecto de unificación de todos bajo el signo de la nación boliviana, desconociendo la diversidad de lo plurinacional en Bolivia). Existe miedo a que el indio desate su venganza y extermine al mestizo, ladrón y asesino.

El ideal del indio es ser, no desaparecer. Su integración al «blanco» implica su desaparición. Una persona que no tienen identidad, no existe, los pueblos que no tienen identidad, no existen, si una nación no conoce su verdadera historia, tampoco existe, si un pueblo no tiene pasado no puede tener futuro (F. Alvarado). Si nos ponemos en el camino de la historia Casimiro Olañeta, José Ballivián, Víctor Paz Estenssoro («blancos»); Salamanca, Saavedra, Tamayo («mestizos») son «indígenas» de Bolivia.  Por tanto Olañeta, Paz Estenssoro y Tamayo demostraron ser indigenistas esclavizadores.

Entonces el indianismo es el discurso reynaguista de proyecto político indio de transformación de las condiciones de opresión y explotación vigentes sobre la mayoría india de Bolivia, mismos asumidos por parte de las élites blancas y mestizas. El indigenismo, es la ideología elaborada por los oligarcas  asumida por mestizos y las disfrazadas élites del colonialismo español, expresada como programa político, política gubernamental, y/o corriente artística en la literatura y en las artes plásticas en los países con significativa población indígena, a partir de los años 20 del siglo XX, que pretendía representar los intereses de los indígenas para integrarlos de manera subordinada a la hegemonía mestiza, asimilarlos culturalmente a la nación mestiza y adscribirlos políticamente al proyecto mestizo de construcción del estado-nación anti-oligárquico, en fin, para volverlos mestizos. Utilizándolo como herramienta para el latifundio, las masacres, el sometimiento del indio por el indio y la sobre explotación del obrero minero (M. Chambi)

Algo importante a comprender, es que el sistema colonial fue y es uno de los instrumentos que permitió el desarrollado acelerado del capitalismo internacional. La lucha descolonizadora, esencia de la lucha liberadora del indianismo, solo podrá culminar cuando haya acabado el actual sistema de producción (Capitalista) y la forma de civilización (eurocentrista u occidental). Esa es la esencia de la lucha liberadora. Es decir, es una lucha en todos los campos, donde la identidad cultural y social es el elemento cohesionador (H. Hinojosa)

“…Como indios nos han conquistado, pues como indios nos vamos a liberar” (F. Cárdenas). Por tanto el indigenismo busca la adhesión del indio al sistema, busca adormecerlo y mimetizarlo, por otro lado el Indianismo promueve La libertad del mismo indio por su misma autoidentificación por el asumirse como tal. Por ende se debe ingresar a un profundo proceso de descolonización, quitarse esas t’aras mentales que aún se siguen arrastrando,  presentarse como todo un indio aymara,  indio quechua,  indio mosetén, indio gurani  etc.  “…Soy indio y que cárajo acá está tu indio”.

El Indio como carne de cañon siempre ha sido es y será artífice de su historia de liberación, son los reconocidos como pueblos originarios “amazonía, el chaco, de los andes” el surgimiento de líderes que dieron su vida luchando contra este sistema colonial sigue en crecimiento: Tupac Katari, Bartolina Sisa, Tupac Amaru, Micaela Bastidas, Eustaquio Moto Mendez, Apiahuaqui Tumpa, Andres Tupac Amaru, Gregoria Apaza Nina, Tomas Katari, Kurusa Lawi, Manuel Ascencio Padilla Gallardo, Juana Azurduy de Padilla, Manuela Gandarillas, Pablo Zárate Willka, Pedro Ignacio Muiba, entre muchos otros y nosotros somos parte de ellos, no ellos parte de nosotros. No es el propósito desindianizar, el propósito es despatriarcalizarse, es descolonizarse, es asumirse como parte de nuestras identidades. Los millones, billones y trillones (Mayoría) que llegamos a ser el ajayu, el iyambae hasta entonces hablará y actuará.

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