EL DEBATE QUE NO FUE

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Los medios de comunicación, con bombos y platillos se pusieron a organizar un debate, que nuevamente les convierta en los conductores del voto ciudadano, esta vez a favor de Carlos Mesa; pero su estantería se vino abajo cuando otras instituciones y medios de comunicación tuvieron más éxito para llevar a los siete candidatos al set en la ciudad de Santa Cruz.

A continuación presentamos sendos artículos que reflejan el perfil de algunos candidatos, no sólo por lo que han dicho en el set televisivo, sino también con referencia a su práctica política, que algunos quisieran borrar de la historia, más en estos momentos electorales.

Insurgentes agradece la colaboración del Colectivo Revolucionario Plurinacional.

UN DEBATE PARA EL OLVIDO Y UNA BRILLANTE EXPOSICIÓN DE PRINCIPIOS

En el preámbulo del tan anunciado Debate Presidencial 2020, los opinadores políticos de la derecha anunciaban que este serviría para medir por quién o quiénes votarán los sectores urbanos que asisten a este tipo de encuentros y que por tanto los candidatos que hagan más ruido mediático serán los que se lleven las ganancias. Dijeron que del 20 – 30 por ciento de indecisos solo podría variar la opinión de un dos por ciento de ese electorado. Aclararon que el sector rural ya tiene prácticamente definida su preferencia electoral por el MAS. En otras palabras, dijeron explícitamente que la inasistencia de Lucho y David les restaría votos.

Criticaron acremente la inasistencia del MAS al tan mentado encuentro indicando que la “cobardía” de Lucho y David sumaría votos para el candidato Mesa, que a su modo de ver ya cuenta con el 28% de la preferencia. Hasta los últimos minutos no contaban con la inasistencia del representante fascista Camacho a quien no se lo extrañó de la misma manera.

Esta actitud muestra claramente la desesperada intención de la derecha por inclinar la balanza hacia Carlos Mesa, pues se les antoja el candidato con más posibilidades de enfrentar al MAS.

En el mismo horario se presentó en el programa “UNO decide” a la candidatura del MAS con la presencia de Luis Arce y David Choquehuanca que ya con anterioridad anunciaron claramente que su inasistencia a “Debate Presidencial 2020” se debió a este cruce de horarios.

Terminados ambos acontecimientos, podemos señalar algunas conclusiones. El Debate Presidencial 2020 se redujo a una grotesca presentación de ideas de 10 minutos por tema. Esta situación llevo a los presidenciables de la derecha a esbozar frases aprendidas pero sin discusión de fondo. Carlos Mesa sentenció que existían tres crisis, a saber, la crisis económica, la crisis de salud y la crisis de corrupción que la primera dice, se resuelve a partir de la creación de empleo, la segunda a través de la distribución equitativa de personal y equipos médicos y la tercera con transparencia. Tan sencillo como una perogrullada

En UNO decide, los candidatos de MAS pudieron señalar con amplitud y claridad la propuesta  que se tiene para el próximo gobierno. Se trata de hacer crecer la demanda y el consumo interno con el objeto de continuar con los bonos que fue una política ya del gobierno del MAS. Que no se trata de endeudar al país con préstamos del exterior sino de ubicar recursos, de generar nuevas fuentes de ingresos como ser el impuesto a las fortunas para inyectar esos recursos a la economía a través de bonos. Por otra parte, sostuvo la necesidad de realizar gestiones para no pagar la deuda externa durante dos años  e introducir esos dineros en la reactivación económica. Además, precisó que se debe llevar adelante la industrialización con sustitución de importaciones.

En el Debate Presidencial al candidato Tuto Quiroga se le ocurrió el cambio de la matriz productiva, dijo que se trata de pasar de energía hidrocarburífera a energía limpia citando como ejemplo al Litio. Pero no dice que el Proyecto del Litio fue iniciado por el MAS, a su turno, en el otro programa, Arce sostuvo que el proyecto del Litio, iniciado por el MAS, creará nada menos que 41 empresas y por tanto mayor empleo para los bolivianos.

David Choquehuanca, respondiendo al moderador que lanzó una pregunta sobre errores cometidos durante el anterior gobierno del MAS; tuvo una intervención de lujo al aceptar que hubo errores como ser la prepotencia de algunos ministros, las elecciones judiciales que no sirvieron para avanzar en mejorar la tan deteriorada justicia, casos de corrupción que ocurrieron debido a la inexistencia de mecanismos creados desde la escuela, que no es suficiente  nombrar a un encargado de transparencia, indicó también que se produjeron casos de injerencia de poderes. Evitó dar nombres porque – dijo – el pueblo los conoce, dejando así establecida una sincera autocrítica que servirá para marcar nuevos rumbos.

Tenemos que señalar, a manera de resumen que, en el programa Debate Presidencial se midieron entre perdedores unos más pequeños que otros pero donde ninguno descolló ni sobresalió de su pequeñez, todos ellos basaron su campaña en las injurias y la desacreditación del MAS. A tal punto llegó la mediocridad del encuentro que Carlos Mesa, acorralado por el ambiente de mediocridad, dijo que no quería criticar a sus similares presentes porque “eso era lo que quería Luis Arce”.

 Mostraron una profunda falta de ideas y de propuestas confirmando su miseria incurable. Ni que decir de Camacho cuyo nivel se encuentra más o menos a la altura de ellos pero con un aditamento, que al abrir la boca se autodestruye.

Los candidatos Arce y Choquehuanca demostraron que la decisión de no asistir al Debate Presidencial 2020 fue acertada porque es siempre preferible exponer el programa que enfangarse en un insustancial debate.  Les permitió marcar diferencias con la derecha confirmando que representan a los pobres y oprimidos de Bolivia pero que además cuentan con la experiencia y capacidad de enfrentar el nuevo desafío de levantar al país de la desastrosa situación en que se encuentra.

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